Borno es feudo de la secta radical Boko Haram y se halla en estado de emergencia desde mayo
Al menos 44 personas han muerto esta semana en una localidad del Estado nigeriano de Borno, en el noreste del país, por un ataque atribuido a milicianos islamistas, según han informado fuentes de los servicios de emergencia y de las fuerzas de seguridad.
El ataque se produjo el lunes en la pequeña localidad de Demba, cercana a Baga. La lejanía del lugar y el corte de las líneas telefónicas han retrasado hasta este viernes la difusión de los hechos, de los que las autoridades apenas conocen detalles.
Borno es uno de los principales feudos de la secta islamista Boko Haram (literalmente, "la educación occidental es pecado"), que quiere imponer la sharía (ley islámica) en la región. El Gobierno ha intensificado desde mayo su lucha contra los milicianos activos en el noreste de Nigeria y ha logrado expulsar a algunas de sus células hacia la frontera con Camerún. La noticia de la matanza de Borno se produce, sin embargo, poco después del anuncio por parte del Ejército de la "probable muerte" del líder de la secta, Abubakar Shekau, y en el marco de una ofensiva militar de gran alcance contra sus milicianos que se inició en mayo. Boko Haram, mientras tanto, no ha perdido su capacidad de golpear, como prueban los ataques contra musulmanes en dos pueblos próximos a Maiduguri, capital del Estado de Borno, hace quince días. Desde el 19 de mayo rige el estado de emergencia en tres Estados del noreste, entre ellos Borno.
El norte de Nigeria, habitado mayoritariamente por población musulmana, es la región más pobre y atrasada del país, el primer productor de petróleo de África y el sexto de la OPEP. Boko Haram se nutre del descontento de amplias capas sociales —fundamentalmente de jóvenes— en esas regiones, que registran las peores cifras de paro y pobreza de toda Nigeria.
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