Los miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas condenaron en un comunicado este sábado “en los términos más enérgicos” los “continuos y atroces ataques terroristas contra civiles en Afganistán”, haciendo referencia al ataque contra la mezquita de Guzargah en Herat de ayer, en el que murieron al menos 18 personas y varias personas resultaron heridas.
“Los miembros del Consejo de Seguridad subrayaron la necesidad de responsabilizar a los perpetradores, organizadores, financiadores y patrocinadores de estos reprensibles actos de terrorismo y llevarlos ante la justicia” anota el texto que también señala que la ONU instó a todos los estados “a cooperar activamente”.
Al menos 18 personas murieron y otras 23 resultaron heridas este viernes en un atentado suicida en las proximidades de una mezquita en el oeste de Afganistán, que tenía como objetivo al conocido religioso islámico próximo a los talibanes Mujibur Rahman Ansari, que se encuentra entre los fallecidos.
Ningún grupo armado ha reclamado la autoría del ataque, aunque el grupo yihadista Estado Islámico (EI) suele reivindicar estos atentados, convertido en la principal amenaza al régimen talibán.
“Los miembros del Consejo de Seguridad reafirmaron que el terrorismo en todas sus formas y manifestaciones constituye una de las amenazas más graves a la paz y la seguridad internacional”, añade el comunicado.
El último gran atentado en una mezquita en Afganistán se produjo a mediados del pasado agosto, cuando al menos 21 personas murieron y otras 33 resultaron heridas en un atentado suicida en uno de estos templos en el norte de Kabul.
