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Aborto: la rebelión de las católicas

Creyentes díscolas pelean en el seno de la Iglesia por el derecho de la mujer a interrumpir su embarazo

Son creyentes, pero no hallan texto bíblico que justifique la condena de la Iglesia a la interrupción del embarazo. Tienen apoyos en los conventos y entre los teólogos. En la polémica por la nueva ley del aborto, no toda la grey católica española sigue a Rouco Varela. Un grupo de fieles le lleva la contraria.

Puede que uno de los sucesos que encendieron la rebeldía en la ceramista madrileña Mar Grandal fuera el que conoció en el barrio madrileño de Aluche en los 80. Una feligresa fue a confesar con el escolapio Ignacio Botella. La mujer, católica ferviente, había abortado y su conciencia la torturaba. El sacerdote –emparentado con Ana Botella, la esposa de José María Aznar– le negó el perdón: “Yo de eso no te puedo absolver. Tendrás que ir al obispo”. La mujer murió sin absolución. Por entonces Mar Grandal andaba ligada a los movimientos neocatecumenales, el ala más conservadora de la Iglesia, pero hoy preside en España Católicas por el Derecho a Decidir (CDD), una espina de disenso para la Conferencia Episcopal en el debate que rodea a la nueva ley de aborto, que entró en vigor el pasado 5 de julio.
“Creemos en la autonomía moral de la mujer –explica Grandal–. Nadie es partidario del aborto, pero el aborto no se erradica a base de reprimir y encarcelar a las mujeres”. Las españolas de CDD no son más de dos docenas de activistas agrupadas en torno a dos núcleos en Madrid y Valencia, pero participan en congresos de Teología y forman parte de la red española de cristianos de base. Lo que defienden lo piensa “la gran mayoría de la Iglesia de a pie”, asegura Mar Grandal, que dice contar con apoyos entre los teólogos progresistas de la Asociación Juan XXIII y las monjas de muchos conventos.
CDD nació a la luz de la Teología Feminista en Estados Unidos, en 1982. A finales de los 80 tenía bases en toda Iberoamérica. En 1997 nació el capítulo español. “Hay órdenes religiosas femeninas muy cabreadas, que se sienten maltratadas por la cúpula de la Iglesia”, asegura Paloma Alfonso, feminista que, “después de un tiempo apartada de la Iglesia”, ha vuelto a ser “cristiana militante”. Explica Paloma Alfonso que “en la Iglesia hay un gran pluralismo, y nosotras intentamos que se conozca”. Muestra de ese pluralismo es el monográfico Consideraciones sobre el embrión humano, que publicó el año pasado el Instittut Borja de Bioética, relacionado con los jesuitas catalanes, y en el que se lee que a la mujer “no se la puede forzar a llevar a cabo la gestación en contra de su decisión”.
Desde la otra acera del catolicismo, los movimientos antiabortistas restan legitimidad a las rebeldes de CDD. Hasta el momento ninguna de estas activistas ha sido excomulgada. “No somos unas herejes. Todo lo contrario: bebemos de la más rancia tradición”, ironiza Paloma Alfonso. Se refiere a las teorías de san Agustín y santo Tomás de Aquino sobre cuándo –a los 40 u 80 días de gestación– se puede considerar ser humano al feto. “La teoría de la hominización inmediata del feto es reciente en la historia de la Iglesia, de finales del XIX”, explica Alfonso. Estas católicas creen que la ley tendrá un efecto benéfico. “Los países con leyes más abiertas son los que menos abortos registran”, opina Mar Grandal. CDD tiene una abundante producción documental, folletos y ensayos escritos por teólogos católicos americanos e impresos en México. La web de Catholics for Free Choice para el público latinoamericano muestra eslóganes como “La libertad de conciencia es un valor católico”, y un vídeo-telenovela que narra dilemas morales en torno al aborto. Por sus capítulos desfilan actores y actrices encarnando a madres atribuladas, médicos amables, maridos dubitativos y curas comprensivos.
Las católicas rebeldes de España e Ibeoramérica frecuentan en Youtube y en DailyMotion un vídeo de sor Teresa Forcades, la conocida monja benedictina del monasterio de San Benet de Montserrat. Esta vez no se trata de difundir las confabulaciones sobre la gripe A que la hicieron famosa. El vídeo se titula Feminismo y liberación, y es una entrevista en la que la monja catalana explica su experiencia en el centro de planificación familiar de una barriada de Caracas. Dice Forcades que esos centros “ayudan a las mujeres a tomar conciencia de los recursos que hoy en día existen para evitar embarazos no deseados, desde la contracepción hasta (…) la píldora del día después, que puede evitar un embarazo en circunstancias muy duras para la madre”.
En octubre de 2009, el Vaticano pidió en vano a sor Teresa que se retractase. En una publicación electrónica de los cristianos de base, Forcades respondió que se seguirá preguntando, “con la paz y libertad propia de los hijos de Dios (…) si puede ser lícito según la moral católica violar el derecho de autodeterminación de la madre para salvar la vida del hijo”.

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