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El acto, convocado por la CONFER, tuvo que ser cancelado antes de terminar tras ser boicoteado por un grupo de asistententes al grito de «verdad, justicia y reparación»
La Conferencia de Religiosos de España (CONFER) ha convocado un acto público de reconocimiento y petición de perdón a las supervivientes del Patronato de Protección a la Mujer. Un acto que, tal y como ha señalado la organización “ha puesto en el centro a las supervivientes y a las instituciones religiosas que las han dañado”. “Solo ellas son las protagonistas después de un proceso de encuentro, de escucha, de responsabilidad”, añadía.
El acto comenzó con un discurso del presidente de la CONFER, Jesús Díaz Sariego, quien destacó que «las Congregaciones vienen realizando un trabajo conjunto de escucha, reflexión y diálogo con algunas de las mujeres que vivieron en los Centros bajo la tutela del Patronato de Protección a la Mujer»
“reconocer aquello que en el pasado no hicimos bien”
En esas palabras, Sariego señalaba que este acto es «una oportunidad para reconocer aquello que en el pasado no hicimos bien y para expresar nuestra empatía y profundo dolor a todas aquellas mujeres que, en un tiempo pasado fueron sometidas a condiciones de vida injustas y dolorosas, bajo el Patronato de Protección a la Mujer»
Para el presidente de los religiosos de la CONFER, con este acto se iniciaba «un camino de justicia y responsabilidad mirando al pasado con sinceridad para aprender de él y para seguir caminando hacia una Iglesia más humana, compasiva y coherente con el mensaje de Jesús».
un acto boicoteado por las asistentes
El evento, cuando estaba llegando a su final, con la lectura de un manifiesto donde la CONFER ofrecía esa petición expresa de perdón y su voluntad de «no mirar para otro lado», comenzaron a escucharse gritos en la sala a la voz de «verdad, justicia y reparación» y de «ni olvido ni perdón».
Esos gritos empezaron a extenderse por la sala hasta convertirse en un escrache que impidió continuar la lectura de ese comunicado a Carmen Ortega, superior provincial de las Hermanas Oblatas; Matilde Mena, superiora provincial de la Provincia de Nazaret de las Hermanas Terciarias Capuchinas; y Antonia López, superiora provincial de Adoratrices.
La sala empezó a llenarse de papeles con un «NO» escrito en ellos. Con ese mensaje rechazaban esta petición pública de perdón y, en algunos momentos, se dirigieron directamente a las religiosas presentes en la sala increpándolas y pidiendo que alzasen esos mismos papeles, llegando incluso a lanzarlos violentamente contra ellas.
Tras el boicot, el presidente de la CONFER, Jesús Díaz Sariego, volvió a atender a los medios donde señaló que esta petición pública de perdón tenía un doble objetivo: «Por un lado, ayudar a la reconciliación y sanación de estas mujeres (…) y buscar cómo las congregaciones podemos mejorar de cara al futuro lo que es el cuidado, el acompañamiento, el buen trato de las personas allá donde desempeñemos nuestro trabajo, nuestra misión.»
SOBRE EL PATRONATO DE PROTECCIÓN A LA MUJER
El Patronato de Protección a la Mujer fue una institución vinculada a la dictadura franquista y gestionada, en parte, por órdenes religiosas que en un principio tuvo como objetivo la lucha contra la prostitución y la trata de personas. Sin embargo, según el testimonio de muchas mujeres, bajo esa institución, algunas fueron sometidas a malos tratos y discriminaciones
