1820 – En España un decreto suprime de nuevo la Inquisición o Tribunal del Santo Oficio por ser incompatible con la Constitución, y mandaba sacar de la cárcel a todos sus prisioneros. El nuncio Giustiniani lamentó que se hubiese realizado sin conocimiento del papa, lo que llevó a Fernando VII a disculparse ante el papa Pío VII.
Sin embargo la preocupación de los obispos estaba en su índice de libros prohibidos por lo que se apresuraron a manifestar que seguía vigente, aunque la libertad de imprenta hizo que se difundiesen libros de Voltaire, Rousseau y otros autores anticlericales o críticos con la iglesia, provocando nuevos enfrentamientos entre obispos y gobierno.