El calendario laboral ligado a fiestas religiosas es otro de los problemas del confesionalismo en las instituciones públicas. El laicismo, separando lo religioso del ámbito público, propugna unos festivos exclusivamente civiles, comunes a toda la ciudadanía, y las celebraciones religiosas forman parte del ámbito personal o de cada grupo particular.
El pleno de la Asamblea ha aprobado, con los votos del PP y Ciudadanos, una calendario laboral para 2018 que excluye el final del Ramadán de la relación de días festivos. Los populares han propuesto, sobre la marcha, la creación de una comisión dedicada a estudiar el impacto de las fiestas religiosas en el día a día de la ciudad.
El Gobierno de la Ciudad ha logrado sacar adelante un calendario laboral para 2018 que vuelve a excluir un año más el final del Ramadán de la relación de días festivos. Los populares han logrado aprobar su propuesta con el único apoyo de Ciudadanos y la abstención de los socialistas tras un debate jalonado de reproches.
Las recriminaciones de los diputados de Caballas y MDyC han llevado a los populares a proponer sobre la marcha la creación a partir de octubre de una comisión técnica encargada de lo que la consejería de Economía y Hacienda, Kissy Chandiramani, ha definido como “el estudio del impacto económico sobre la ciudad que tienen las festividades religiosas”.
Ya en su primera intervención ante el pleno, Chandiramani reclamaba “mesura” a los portavoces de los grupos de la oposición para abordar un debate que se auguraba controvertido, tal y como ha sucedido en años anteriores. La consejera ha argüido la complejidad que entraña la confección de un calendario laboral que sólo permite declarar festivos tres días al año.
El argumento ha resultado insuficiente para buena parte de la oposición. Los portavoces de Caballas, Mohamed Alí, y MDyC, Fátima Hamed, han subrayado que el Gobierno disponía de la posibilidad de utilizar la fiesta del 5 de agosto, que este año cae en domingo, para dar cobertura a la declaración oficial, por primera vez, de un día de final del Ramadán festivo. En su lugar, el PP ha resuelto trasladar la fiesta de la Virgen de África al lunes.
Alí y Hamed han eludido las referencias al carácter religioso de esa jornada para subrayar los efectos prácticos que su celebración tiene sobre la actividad de la ciudad. “Cuando el Ramadán termina, esta ciudad se para, y eso es algo que resulta innegable para cualquiera”, ha recordado el portavoz de Caballas para sostener su demanda de un final de Ramadán festivo.
Hamed ha acusado al Gobierno de mantener su oposición reiterada a la inclusión de esta celebración musulmana en el calendario oficial por “miedo”, según ha sugerido, a la reacción de un concreto sector de población. “Hay gente que sigue anclada en el miedo al moro para seguir si reconocer la realidad social de esta ciudad”, ha reprochado a los populares.
Los representantes de PSOE y Ciudadanos se han mantenido al margen de la polémica. Los socialistas han clamado por la defensa de la laicidad de las instituciones y han solicitado una comisión que estudie cómo conciliar esta realidad con la confección de un calendario laboral repleto de referencias religiosas. Ciudadanos, por su parte, ha obviado la controversia en torno al final del Ramadán para centrarse en la crítica a la ausencia del Día de Ceuta del calendario. “Tras el 12 de octubre y el Día de la Constitución, el Día de Ceuta es el tercero en importancia, y no está”, ha lamentado el diputado de la formación naranja, Javier Varga.
