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Muere Luis de Marcos, el enfermo de esclerosis que pidió legalizar la eutanasia

Ha muerto Luis de Marcos, el enfermo de esclerosis múltiple que pidió ayuda social para morir dignamente y hacer que los partidos políticos legalizasen la eutanasia. El pasado mes de mayo lanzó una campaña en Change.org dirigida a Mariano Rajoy, Pedro Sánchez, Albert Rivera y Pablo Iglesias.

Denunció que las leyes actuales le “obligaron” a pasar por un “calvario”. “Los dolores insoportables de la enfermedad que me ha tocado me hacen desear abandonar este mundo ya, pero la legislación española no me lo permite“, sentenciaba Luis.  No quería someterse a un “ensañamiento terapéutico cruel” y lamentaba que esa decisión no estaba en sus manos, si no en la del médico.

En los últimos meses la movilidad de su cuerpo se había reducido, las últimas horas han sido muy duras para Luis de Marcos. Su mujer, Asun ha hablado con la SER: “Solo tengo palabras de agradecimiento para el hospital en el que hemos estado desde el 7 de julio. Espero que nadie pase por el calvario que ha pasado Luis, le haya costado tanto irse y dejar esta vida, ha sido un infierno. Eso no es propio de este tiempo, hay que hacer algo con la ley”. Antes de morir, Luis de Marcos le encargó a Asun hacer pública esta carta:

“Cuando lean esta carta yo me habré ido. He pedido a Asun que cuando emprendiera el viaje a Nanguilima o como se llame el lugar al que vamos cuando dejamos este mundo, la publique.

Simplemente quiero decir que creo que venimos al mundo con alguna misión, para desempeñar algún papel y a mí me ha tocado sufrir una enfermedad que me ha llevado a luchar por uno de los derechos más básicos. Ahora tengo plena conciencia de que el mínimo exigible a una sociedad desarrollada, civilizada y moderna es el derecho al suicidio asistido. Ojalá podáis tener esa salida si llegáis a necesitarla.

Muchas gracias a todos los que de alguna manera habéis apoyado esta causa, que no solo es mía sino de cualquier ser humano.”

El pasado mes de marzo Unidos Podemos trató de legalizar la eutanasia. El Congreso denegó la propuesta con la abstención de PSOE y Ciudadanos y el voto en contra del PP. La ley garantizaba el acceso libre y gratuito a los enfermos terminales o con dolores físicos o psíquicos intolerables que lo solicitaran.

La legislación actual solo permite la sedación total en situaciones muy extremas en los que el enfermo se debata entre la vida y la muerte si el médico lo ve oportuno, pero no se contempla que el enfermo decida morir por su propia cuenta. Además, el artículo 143 del Código Penal castiga con cárcel a cualquier persona que ayude al enfermo a morir.


“Han hecho sufrir a Luis más de la cuenta”  La viuda del hombre que pedía un suicidio asistido o una eutanasia relata su lucha y su final

Fuente: El País

Luis de Marco eutanasia 2017

El martes fue “un día muy complicado” para Asun Gómez-Bueno, la viuda de Luis de Marcos. El hombre acababa de fallecer en la Fundación Jiménez Díaz de Madrid y el dolor por la pérdida se unía a la rabia por cómo había sido el proceso y la satisfacción de que, por fin, su marido había dejado de padecer. De Marcos tenía una esclerosis múltiple avanzada que ya le había paralizado del cuello para abajo y le producía tales dolores que Gómez-Bueno había comprado fulares para taparle porque no soportaba el roce de las “ásperas sábanas del hospital”. “Él decía que vivía en un traje de neopreno con cristales por dentro”, recuerda la mujer para explicar la situación del hombre.

“Le han hecho sufrir de más, pero vamos a seguir con su lucha”, dice Gómez-Bueno por teléfono, rodeada de amigos y familiares. Se refiere al combate de De Marcos para conseguir que le proporcionaran una muerte digna en el momento en que su situación se le hizo insoportable. Esta decisión la plasmó en una campaña en la plataforma Change.org que hasta el martes había recogido casi 29.000 firmas. “Las leyes actuales me obligan a pasar por un calvario que ni quiero, ni puedo aguantar, ya que no me permiten acceder a la eutanasia, que es lo único que me puede sacar de la tortura que estoy viviendo”, decía. Y lo mantuvo hasta el final.

Para Gómez-Bueno, el sistema ha sido “muy cruel”. “Nos mandaron a un centro especializado en paliativos religioso, el Hospital Laguna, donde los médicos se negaron a sedarle. ¡Con 50 años, dolores insoportable e inmovilizado, y decían que no sufrían lo suficiente!”, se queja. Por eso para ella, cuando el 7 de julio se trasladaron a la Fundación Jiménez Díaz de Madrid, fue un alivio. “Quiero darles las gracias”, insiste.

Y eso que el proceso ahí tampoco fue muy fácil. El 25 de julio, le administraron una sedación terminal. Esta práctica médica consiste en aplicar calmantes y otros fármacos con el único fin de tratar los síntomas —dolor, ahogos, angustia— aunque ello pueda conllevar pérdida de conciencia o adelantar la muerte. “De hecho, le aplicaron una sedación tan flojita que despertó varias veces”, afirma Gómez-Bueno.

Era, básicamente, lo que De Marcos quería: que le evitaran un sufrimiento que no iba a cesar y que le iba a acompañar hasta el final. El problema es que la aplicación de esta terapia depende del criterio de los sanitarios. En su petición en Internet lo expresa así: “El actual protocolo no tiene en cuenta mi criterio, a pesar de estar en pleno uso de mis facultades mentales. Se opta, en cambio, por parámetros ajenos a mí que deciden someterme a un ensañamiento terapéutico cruel. Todos los que pasamos por esta situación sabemos que dependemos del grado de sensibilización del médico que nos sea asignado”.

“Luis no quería que sufrir él ni que lo hiciéramos los de alrededor. Era técnico de TV y por eso era muy consciente de lo que pasaba, de lo que costaba mantenerle con vida. Cada vez que le ponían una inyección, decía: ‘Ahí va otro pastón”, recuerda su viuda.

“Al final no quería visitas, porque no soportaba las miradas de pena. Ese no era él”, añade. Y remite al final de la carta que el hombre ha dejado al morir: “Ahora tengo plena conciencia de que el mínimo exigible a una sociedad desarrollada, civilizada y moderna es el derecho al suicidio asistido. Ojalá podáis tener esa salida si llegáis a necesitarla”.

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