Carta abierta al Sr. Monedero.
Leo con bochorno su artículo de apoyo al clericalismo del Alcalde de Cádiz (¡Ahí va, la virgen!). Parece que no entiende que el laicismo es neutralidad, la única forma que ha encontrado la Democracia para salvaguardar a la ciudadanía de la voracidad evangelizadora de las religiones, que necesitan someter al poder civil para acercarse a su ideal totalitario.
Rendición al poder religioso que traspasa la legalidad.
El Alcalde de Cádiz se ha saltado a la torera el reglamento de Honores de su Ayuntamiento que obliga a que la concesión de la medalla honorífica recaiga sobre una persona física o jurídica y con méritos verificables. Era tan sencillo alejarse del ridículo… Pagamos con dinero de todos los salarios de sacerdotes y obispos, a los catequistas en la Escuela Pública (en la concertada la catequesis es transversal), les evitamos los impuestos y ya, finalmente, arrodillamos a nuestros representantes públicos ante sus ídolos.
Contradicciones al estilo PSOE.
«Estos son mis principios. Si no le gustan tengo otros»
Soy consciente de que muchos votantes/militantes de Podemos han llegado huyendo de la corrupción, sin una ideología definida y verían con buenos ojos que el partido hiciese una política seguidista del franquismo, “un PSOE sin corrupción” (que tome sus decisiones en base a encuestas y presiones de los lobbies más poderosos), pero esto no es posible. La corrupción va de la mano de la ausencia de ideología y de la cobardía política. Cualquier decisión o posicionamiento que sea arbitrario/móvil (como una línea en un plano de PGOU), tiende a caer del lado que más presione/aporte; ya sabemos que la carne es débil.
Hay miles de concejalas y concejales en pueblos y ciudades batiéndose el cobre día a día, denunciando el clericalismo que, heredado del franquismo, nos impone el PPSOE. ¿En qué posición les deja la actitud de Podemos Cádiz y la de un líder ideológico como usted? En la próxima moción les ridiculizarán con toda la razón, demostrándoles que hacen lo contrario en la oposición que en el gobierno. Algunos lo soportarán, los mejores no. Así comienza la involución.
Atentamente.
Javier García Rodríguez
