Minutos antes de las 11 de la mañana, procedente de Casa Rosada, el presidente Mauricio Macri llegó junto a su gabinete y el titular de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti , a la Catedral Metropolitana, donde fueron recibidos por el arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli .
A pie, el mandatario arribó para presenciar la homilía junto a la vicepresidenta Gabriela Michetti; el jefe de Gabinete Marcos Peña, el ministro de Trabajo Jorge Triaca, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, el senador nacional Federico Pinedo y varios funcionarios más. Allí, lo esperaba su esposa, la primera dama Juliana Awada .
Muchas de las personas que intentaron acercarse a Plaza de Mayo para participar de los festejos se encontraron con un fuerte operativo de seguridad –con fuerzas de la Policía Federal Argentina, la Gendarmería Nacional, la Prefectura Naval Argentina y la Policía Metropolitana–, que levantó un extenso vallado en las calles que desembocan en el histórico espacio público para evitar que una protesta de cooperativistas y partidos de izquierda llegará hasta la puerta de la Catedral Metropolitana, hasta donde la comitiva presidencial encabezada por Mauricio Macri llegó a pie desde Casa Rosada.
Uno de los concurrentes, en diálogo con DyN, en la intersección de la avenida Hipólito Yrigoyen y la calle Bolívar, manifestó: “Es horripilante que esté todo vallado. Ni en la última dictadura militar vi algo así”. El hombre, Osvaldo De Girolamo, jubilado de YPF, dijo que con su celular le estaba “mandando fotos” a sus amigos de La Plata, porque “no” le creyeron cuando les contó que no podía acceder a la plaza.
Fuentes: La Nación y Página12
