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Asturias es la comunidad que suma más población en la red de municipios laicos

Gijón, Langreo y Mieres ya se han adherido a la iniciativa y se estudia que se incorporen en mayo Oviedo, Lena y Castrillón

Asturias está a la vanguardia del laicismo, es la comunidad en la que más arraigo están teniendo las iniciativas municipales para sumarse a la red de municipios laicos. Ya están en ella los concejos de Gijón, Langreo y Mieres; y en el próximo mes de mayo se llevarán a los plenos de Lena, Oviedo y Castrillón iniciativas similares. En Valdés, IU ha anunciado que presentará una moción sobre el laicismo. No es que Asturias sea la autonomía con más municipios que se han inscrito en la red pero sí la que, por el momento, mayor representatividad tiene dado el porcentaje de población que suponen los concejos adheridos. Sólo los tres ya inscritos, en Gijón y ambas cuencas mineras, rozan la mitad de la población del Principado. Si sale adelante en Oviedo su sumará de largo más de la mitad de la población asturiana a esta red.

“Asturias es una comunidad sociológicamente, vamos a decir que de mentalidad democrática, también hay mucha gente de derechas que esto lo entiende perfectamente. Asturias tiene una mentalidad muy abierta y entiende la separación iglesia-estado”, señaló el responsable de Asturias Laica, José Luis Iglesias, para quien “aquí la secularización es muy amplia y la iglesia de base en Asturias, que tiene mucha tradición, está totalmente de acuerdo”. ¿Qué supone para los ayuntamientos adherirse a la red de municipios laicos? En realidad, aún muy poca cosa. Más allá de un compromiso para que las autoridades municipales no participen ni organicen en cuanto a tales actividades religiosas, la inscripción en la red deja muchas opciones abiertas. “Es que la red no está constituida todavía, nosotros ofrecemos un documento de orientación y nos ofrecemos a asesorar si nos lo piden pero serán los propios ayuntamientos los que decidan”, destacó José Luis Iglesias.

Caldo y bomberos

Oviedo aún no se ha adherido a la red de municipios y, sin embargo, ya ha sido objeto de intensos debates en la última Semana Santa. Después de varias décadas de gobierno conservador, el consistorio está gobernado por un tripartito de PSOE, Somos e IU. El alcalde, Wenceslao López acudió al caldo con el que arzobispado agasaja cada año a la corporación pero, por primera vez en muchos años, ni se sufragó con fondos municipales ni tampoco se celebró en un edificio del ayuntamiento, sino en la catedral. Eso sí, el alcalde no acudió a la misa posterior. La polémica no se agotó ahí. En nuevo gobierno municipal no quiso que policías ni bomberos dependientes de su administración acudieran a las procesiones como tales, sí podrían hacerlo a título particular. Y, pese a todo, los bomberos que escoltaron la procesión de La Soledad lo hicieron vistiendo uniformes y cascos descatalogados para eludir la prohibición del consistorio.

En Langreo, que sí se ha adherido ya a la red de municipios laicos, la mayor oposición a esta iniciativa se ha dado por parte del PP. El principal objeto de polémica es la imagen de una virgen de El Carbayu que preside el salón de plenos de la corporación. Aún permanece así y el equipo de gobierno quiere trasladarla pero sin buscar polémicas. Según Iglesias se ha ofrecido de forma reservada que puedan hacerse cargo de la imagen a unos párrocos de la comarca pero la respuesta “es una negativa rotunda, porque la jerarquía católica quiere el escándalo, quiere el circo. Es algo incomprensible y llega un momento en el que tienes que decir ‘esto no puede seguir así’. A preguntas de este diario, el Arzobispado de Oviedo no quiso hacer ninguna valoración sobre los ayuntamientos asturianos que se han integrado en la red de municipios laicos.

Iglesias califica de “burdos” y también malintencionados los argumentos que, para oponerse a la integración en esta red, aseguran que se suprimirán las procesiones o las cabalgatas de reyes magos. “No queremos prohibir nada, lo que no puede ser es que lo organicen los ayuntamientos, o se dé la alcaldía perpetua a una imagen. Si hay una procesión el ayuntamiento tiene que mantener el orden público y nada más, lo que no tiene sentido es que los bomberos rindan pleitesía a los pasos”, señaló Iglesias. Pero más allá de las cuestiones de visibilidad están las del vil metal. La auténtica batalla del laicismo está en el reparto de las subvenciones municipales. “No pueden darse subvenciones específicas, estamos a favor de subvenciones generales. Cada ayuntamiento las da para cultura, actividades sociales… todos compiten en un concurso en el mismo grado de igualdad. Si las cofradías quieren una subvención que vayan al concurso general. Nosotros lo que pedimos es que el trato sea igual. Ahora están recibiendo privilegios en base a creencia, eso sí es atentar contra la libertad de creencias”.

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