Una vez más la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía no adopta ninguna medida para que se retiren crucifijos de centros escolares andaluces. Así lo manifiesta ante la última denuncia presentada por el Observatorio del Laicismo y Andalucía Laica, ante la permanencia de crucifijos en un colegio público de La Líena (Cádiz).
Ni tiene en cuenta la aconfesionalidad del Estado, ni el artículo 21 del Estatuto andaluz que declara que la enseñanza será laica, ni la vulneración de la libertad de conciencia de quienes no comparten esas creencias particulares, ni la identificación con una religión que supone que un espacio público esté presidido por símbolos religiosos,…
La Consejería considera que la presencia de simbología no es suficiente por si misma para considerar que se vulnera la libertad de conciencia y que la competencia para retirarlos o no es del Consejo Escolar (pese a que se le ha reiterado que una sentencia del TSJ de Castilla y León dejó claro que este asunto no corresponde a los Consejos Escolares, sino a la Administración Educativa).
Y si no estamos de acuerdo vayamos a los tribunales, que como todos sabemos, siempre están dispuestos a defender la aconfesionalidad del Estado y actuar contra los privilegios de la santa madre iglesia católica, apostólica y romana.
Esta es la respuesta de una administración “socialista”, nada extraña pues que la propia administración educativa participe en concursos escolares para hacer miniaturas de pasos de semana santa, se permitan procesiones en los centros escolares, visitas pastorales de los obispos,… o no se haya realizado una reducción real del horario e religión en la escuela.
El confesionalismo de la Junta de Andalucía pasa por la escuela, las inmatriculaciones, de las que ni siquiera ha reclamado un listado.
