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Cesado el imán marroquí que atribuyó el terremoto del mar de Alborán a los pecadores

Yahya Mdaghri ha sido destituido “definitivamente” de su función al frente de la mezquita Hamza ibn Abd Almutalib, de Salé (ciudad vecina de Rabat).

Dijo que el temblor tenía su origen en la reputación de aquella región, “conocida por la producción y consumo de productos ilícitos”

 

El imán marroquí que el pasado viernes atribuyó el reciente terremoto registrado en el mar de Alborán a los pecados de sus habitantes, los rifeños, ha sido cesado de su cargo por decisión del Ministerio de Asuntos Islámicos.

Según informó una fuente cercana al predicador al sitio web Hespress.ma, Yahya Mdaghri ha sido destituido “definitivamente” de su función al frente de la mezquita Hamza ibn Abd Almutalib, de Salé (ciudad vecina de Rabat), en una decisión tomada por el propio ministro.

En su discurso del viernes pasado, el imán dijo que el terremoto de 6,3 grados registrado el 25 de enero y que se sintió en buena parte del Rif -al igual que en Melilla y en áreas del sur de España- tenía su origen en la reputación de aquella región, “conocida por la producción y consumo de productos ilícitos”, en referencia al hachís que se produce en la zona y al alcohol.

Según el predicador, también la sequía que sufre el país se debe a la cólera divina por esos comportamientos.

Aunque el imán sea un religioso sin demasiada relevancia, un sitio web se hizo eco de su discurso y de inmediato llovieron chanzas y críticas sobre sus palabras, incluidos algunos responsables políticos (como la parlamentaria Jadiya Ruisi) que pidieron su cese como funcionario.

La decisión de su destitución, que no se ha publicado de forma oficial, responde a la voluntad del ministerio de controlar todo el discurso religioso que sale de las mezquitas y castigar así cualquier “desviacionismo” contrario al espíritu del “islam del justo medio” que Marruecos dice promover.

Este año, el material que se exhiba en el Salón Internacional del Libro de Casablanca también va a pasar por una especie de comité censor del Ministerio de Asuntos Islámicos, para impedir la exhibición y venta de material religioso “radical” y, al mismo tiempo, del que considere “contrario a la moral”.

 

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