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Funcionarios deben acatar la ley pese a creencias religiosas: mormones

A pesar de su profunda oposición al matrimonio entre personas del mismo sexo, la Iglesia Mormona está distanciándose de los conservadores religiosos que apoyaron a una funcionaria de Kentucky, Kim Davis, quien mencionó sus creencias religiosas como justificación para negarse a otorgar actas matrimoniales a parejas del mismo sexo.

Durante un discurso acerca de los límites entre la Iglesia y el Estado, Dallin Oaks, un apóstol de alto rango en la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, dijo la presente semana que los funcionarios públicos como Davis, la oficial mayor en el condado Rowan, Kentucky, tenían el deber de acatar la ley a pesar de sus convicciones religiosas.

“Los titulares de los cargos continúan teniendo libertad de recurrir a sus creencias y motivaciones personales y defender sus posturas en la esfera pública”, dijo Oaks. “Pero cuando funjan como funcionarios públicos, no son libres de aplicar sus convicciones personales –religiosas o de otra naturaleza– en lugar de las responsabilidades definidas en sus puestos públicos. Todos los funcionarios públicos deben ejercer su autoridad civil de acuerdo con los principios y dentro de los límites del gobierno civil”.

Refiriéndose a Davis sin mencionar su nombre, Oaks señaló: “El hecho de que una funcionaria recientemente mencionara razones religiosas a fin de justificar la negativa de su dependencia y su personal para otorgar actas matrimoniales a parejas del mismo sexo viola este principio”.

Jonathan Rauch, investigador en el Instituto Brookings, calificó el discurso como “algo bastante importante” en donde se optó por concesiones en vez de conflicto. La Iglesia no ha modificado su oposición al matrimonio del mismo sexo, indicó, pero sí ha rechazado la oposición total representada por Davis así como los llamados que ciertos grupos conservadores han hecho para que los funcionarios públicos objeten el fallo de la Suprema Corte sobre el matrimonio.

“No se están yendo por ese camino”, dijo Rauch. Parafraseando el punto de vista de la Iglesia, añadió que los mormones estaban diciendo: “No cuenten con nosotros –no participaremos en ninguna resistencia masiva. Usaremos los canales del diálogo político y el convenio”.

Pero Mathew Staver, un abogado de Davis, criticó los comentarios de Oaks, diciendo que el líder mormón básicamente estaba a favor de una postura que no ofrecía protecciones ni derechos religiosos a quienes ocupaban cargos públicos.

“Se trata de información incorrecta acerca del caso de Kim Davis y de una visión limitada con respecto a la libertad religiosa y al derecho de conciencia”, opinó Staver. “La Iglesia va a afrontar este tipo de temas”.

Alguna vez la Iglesia Mormona estuvo al frente de la lucha contra el matrimonio entre personas del mismo sexo al apoyar en 2008 una medida llevada a las urnas californianas y conocida como Propuesta 8 que limitaba el matrimonio a un hombre y una mujer. Pero dicho activismo provocó reacciones de indignación tanto en el exterior de la Iglesia como entre sus propios miembros y, a partir de entonces, la institución ha modulado su tono y sus posturas en lo referente a algunos temas sobre los derechos de los homosexuales.

Este año, líderes mormones respaldaron una ley promulgada en el gobierno estatal de Utah dominado por los republicanos mediante la cual se penalizaba discriminar a personas gays, lesbianas, bisexuales o transgénero en la vivienda y el empleo. Denominada “compromiso de Utah”, eximía a los grupos religiosos que objetan la homosexualidad.

La propia Iglesia Mormona se sumó a otros grupos religiosos presentando ante la Suprema Corte documentos en contra del matrimonio entre personas del mismo sexo. Después de la resolución que el tribunal superior emitió en junio, la Iglesia Mormona señaló que no realizaría matrimonios del mismo sexo ni permitiría que propiedades de la Iglesia se utilizaran para bodas o recepciones de parejas del mismo sexo.

Las modificaciones en las leyes, señaló, “no cambian, de hecho no pueden cambiar, la ley moral que ha establecido Dios”.

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