Profesores, maestros de escuela, padres y madres se reunieron hace unas fechas con la asociación Europa Laica en Murcia en una jornada de debate organizada bajo el título “Libertad de conciencia en la escuela pública”.
Para esta asociación, el laicismo se ha visto a lo largo de los años calificado interesadamente por determinadas posturas ideológicas como un planteamiento "radical" y de "imposición y rechazo al catolicismo". Sin embargo, sus miembros entienden que el laicismo consiste precisamente en el respeto a cualquier tipo de creencia religiosa y la defensa de la "no confesionalidad en el Estado" que se refleja textualmente en el artículo 16 de la Constitución. En su opinión, la redacción de dicho artículo siempre ha sido "vaga" en la defensa de la laicidad, y además no se ha estado aplicando correctamente, sino todo lo contrario: “Los privilegios de la Iglesia católica han sido cada vez mayores".
Fiel reflejo de ello es el desarrollo de las leyes que durante la etapa democrática no han avanzado en esa aconfesionalidad del Estado, sino que, por el contrario, han supuesto y ampliado una situación de privilegio de la Iglesia católica por encima del bien común de la sociedad.
En Europa Laica de Murcia denuncian que la reforma educativa que propone el Gobierno "choca con la financiación de la enseñanza pública en España" y que el cumplimiento del acuerdo de déficit del Gobierno con Bruselas va a suponer un recorte de 11.000 millones de euros en los próximos tres años. Sin embargo, frente a los recortes, el 33% de las escuelas privadas siguen siendo financiadas con fondos públicos, y de ellas el 80% son católicas.
Dando largas
El debate público sobre la financiación de la Iglesia católica –denunciada por diversos colectivos, entre ellos Europa Laica– se ha visto frenado por los distintos Gobiernos de España a lo largo de la democracia, que en ningún momento han puesto sobre la mesa los acuerdos con la Santa Sede, en los cuales la propia Iglesia se compromete a “autofinanciarse en un plazo de diez años”. Se habla en presente porque son acuerdos que siguen estando vigentes desde 1979, fecha en que fueron firmados.
El patrimonio de la Iglesia fue otro tema que generó mucha indignación por parte de los asistentes. Si se trata de la institución con mayor patrimonio por detrás del Estado, “¿por qué no paga el IBI entre otros impuestos?”, se preguntaba un asistente. Un privilegio que nos cuesta a todos los ciudadanos, según Europa Laica, no recaudar 3.000 millones de euros al año.
Apropiaciones de bienes públicos
Desde 1998, tras la reforma de la Ley Hipotecaria por el Gobierno de Aznar, la Iglesia católica ha registrado a su nombre más de cien bienes inmuebles de propiedad pública. No sólo pasean la cesta de la limosna los domingos en misa, sino que controlan la recaudación del dinero de las entradas de algunos monumentos como la Mezquita de Córdoba. La conservación y restauración del patrimonio de la Iglesia pasa a ser cubierta, sin embargo, por el Estado. ¿Qué pagan ellos entonces?
Europa Laica califica de “robo a los ciudadanos” seguir financiando a la Iglesia católica con fondos públicos y que el 0,7% de la declaración de la renta recaudado pase directamente a las arcas de la Iglesia.
En el día a día de la enseñanza, profesores y maestros de escuela asistentes a la conferencia denunciaron el proselitismo religioso que existe en algunas escuelas públicas y la soledad que sienten a veces frente a esa ofensiva. Sin embargo, los jóvenes, cada vez a una edad más temprana, deciden no cursar religión como asignatura optativa. Una asistente al encuentro contó su experiencia y comentó que nunca había estudiado religión. “No me ha pasado absolutamente nada, he acabado mi carrera universitaria y estoy muy contenta de no haber estudiado religión”, dijo. La mayoría de los asistentes también denunció la ausencia de asignaturas alternativas interesantes y atractivas para el alumnado.
Valcárcel y Cámara durante el acto de presentación del obispo Lorca Planes.
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