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Los judíos y los mormones, en guerra por los ‘bautizos póstumos’

En un momento en que el candidato republicano Mitt Romney intenta convencer al ala conservadora de su partido de que sus convicciones mormonas no le impiden ser un buen presidente, su Iglesia ha estado violando un acuerdo hecho hace dos años con líderes judíos, de no bautizar a personas fallecidas que profesaban esa religión.

La alarma fue dada por el Centro Simón Wiesenthal, con sede en Los Ángeles, cuando sus directores descubrieron que los padres del fundador del centro habían sido bautizados por dos iglesias mormonas, una en Utah y otra en Arizona.

Los padres de Wiesenthal, conocido por cazar a criminales de guerra nazis tras la Segunda Guerra Mundial, eran activistas judíos muy conocidos en su época en Europa. El padre falleció durante la Primera Guerra y su madre terminó en un campo de concentración nazi de donde nunca salió. Wiesenthal murió el año 2005 en Austria.

El bautismo póstumo de personas, convirtiéndolas de facto al mormonismo, es una práctica corriente dentro de la Iglesia Mormona, también conocida como Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

De hecho, según lideres judíos, en las últimas décadas, los mormones estadounidenses han bautizado póstumamente unas 650.000 víctimas del Holocausto, incluyendo a la niña Anna Frank, una práctica que siempre han condenado y criticado porque consideran una violación de los derechos religiosos.

"Para nosotros esto es un problema moral, no un asunto técnico", dijo el rabí Abraham Cooper, decano asociado del Centro Simón Wiesenthal, al diario 'The Daily'.

Los mormones aducen que están en su derecho de bautizar personas fallecidas, sin importar la religión que profesaron, si un miembro de su familia presenta la solicitud.

Sin embargo, en el caso de los padres de Wiesenthal, nadie lo hizo. Ni en este caso ni en el de centenares de miles de otras personas. Por décadas, los líderes judíos se han quejado de esta práctica, y en septiembre del año 2010 llegaron a acuerdo con la Iglesia mormona para detener los bautizos.

En esa reunión, en la cual Cooper participó, las dos partes llegaron a un acuerdo que definió nuevas reglas para determinar el árbol genealógico de la persona a ser bautizada, pero quedó claro que no abarcaría ningún judío a menos que un miembro de su familia lo pidiera.

El bautizo póstumo es un asunto muy sensible para la comunidad judía. "Bautizo es una palabra muy sucia para muchos judíos. Nos recuerda el pasado, la persecución de los judíos, cuando las iglesias les decían que sólo tenían una opción, convertirse al cristianismo o morir", comentó Gary Mokotoff, considerado una inminencia en Estados Unidos en el estudio de la genealogía judía.

Sin embargo, como descubrió la investigadora Helen Radkey, los mormones no están cumpliendo su parte del acuerdo firmado en septiembre del 2010. "El problema es que los mormones creen que tienen el derecho moral de bautizar póstumamente a los no mormones. Se les ha dicho que solo lo pueden hacer, si algún familiar lo solicita. Pero hay muchos que creen que tienen la obligación de salvar el alma de otros, aunque la familia no lo haya pedido".

Romney ha recomendado bautizos

La situación se agrava, cuando Romney entra en escena en todo este proceso. Según 'The Daily', un miembro de la congregación en Boston del actual candidato republicano, que pidió no ser identificado, los mormones no se empeñan mucho en confirmar los lazos familiares de aquellos que bautizan póstumamente.

"Estoy seguro de que la Iglesia hace lo que puede para impedirlo, pero realmente la decisión final la toma el individuo que realiza el bautizo", dijo la fuente. Los bautizos son ceremonias que duran instantes, durante las cuales la persona que propone el nombre del fallecido, inmerge su cabeza en una fuente con agua.

El miembro de la congregación aseguró al rotativo que el candidato republicano y su esposa, Ann, han llevado a cabo recomendaciones de bautizos y hasta matrimonios de personas fallecidas. Y también, declaró tener la "virtual certeza" de que Romney realizó personalmente bautizos póstumos.

El año 2007, el periodista de la revista 'Newsweek', Jonathan Darman, preguntó a Romney si alguna vez había realizado bautizos póstumos. Él no lo negó. "Lo he hecho en algún momento de mi vida, pero no recientemente", respondió.

Los portavoces de la campaña de Romney han mantenido un silencio absoluto sobre el asunto, desde que el Centro Simón Wiesenthal se quejó la semana pasada. Pero la Iglesia mormona entregó a los medios una declaración, el miércoles, donde pide disculpas por lo sucedido.

"Se trata de una violación muy seria del protocolo. Los bautizos de víctimas del Holocausto están estrictamente prohibidos y, en este caso, los miembros de la familia Wiesenthal no llegaron a ser bautizados sino que entraron en nuestra base de datos genealógica, (aún así) violando nuestra política", dice el comunicado.

Posteriormente, el portavoz de la Iglesia, Michael Purdy, añadió que el bautizo de los padres de Wiesenthal fue por iniciativa "de una persona", que no identificó.

Para los judíos, el asunto no está encerrado, ya que creen que los líderes mormones deben ser más duros con su membresía.

"Creemos que la Iglesia mormona debe volcarse hacia su interior y discutir que este no es un comportamiento aceptable ni perdonable. Solo los líderes mormones pueden resolver este asunto", enfatizó Cooper.

En medio de todo esto, Romney es una especie de víctima colateral, en un estado como Florida, por ejemplo, donde pese a haber ganado la nominación republicana, necesita de los judíos locales para llegar a la Casa Blanca.

Y la polémica de los bautizos póstumos no le favorece. Los judíos de Florida son grandes contribuyentes demócratas pero también, en elecciones pasadas, han votado por candidatos republicanos.

Principalmente los judíos ortodoxos, que aunque son una minoría religiosa, como los judíos en general en Estados Unidos, tienen un poder económico respetable y una gran presencia en el sur de Florida.

"Hay que entender que algunos judíos se molestan cuando otra religión desconoce la legitimidad del judaísmo al realizar conversiones. Porque eso es lo que son los bautizos póstumos", dijo Kenneth Wald, profesor de ciencias política de la Universidad de Florida.

Centro mormón donde se ha bautizado a judíos de forma póstuma. | Reuters

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