Tacha de “enfermedad social” la pretensión de los jóvenes de convertirse en funcionarios
El polémico arzobispo de Granada convirtió su homilía del pasado domingo en un mitin sobre la crisis. Arremetió contra los empleados públicos y la mentalidad de "pueblo subsidiado" d elos españoles.
El arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, ha abogado por un cambio en la mentalidad de “pueblo subsidiado” que a su juicio impera en la sociedad española y ha censurado que desde que comenzó la crisis exista “cierta tradición paternalista” por la que todos esperan que sus problemas sean resueltos por las autoridades.
“Enfermedad social”
En la homilía que pronunció este domingo en la Abadía del Sacromonte con motivo de la celebración de San Cecilio, el patrón de la ciudad, y ante los representantes municipales del Ayuntamiento de Granada, el prelado cuestionó además el amplio número de jóvenes que pretenden convertirse en funcionarios, lo que, en su opinión, es una “enfermedad social”.
“Cambio de cultura que tiene que ver con la fe”
Asimismo, para justificar sus opiniones, se apoyó en las encuestas que realizó entre los universitarios en sus comienzos como obispo: “Un porcentaje muy alto, cercano al 80 por ciento de los chicos, buscaba ser funcionario. Eso es una enfermedad social”, dijo Martínez, para quien es necesario un “cambio de cultura” que tiene que ver con la fe y con “cierta capacidad de riesgo”.
Aboga por los “emprendedores”
El prelado defendió la cultura de los “emprendedores” y puso como ejemplo EEUU, donde el “90% de los que han fracasado en una empresa, antes de un años han montado otra y aquí, el 70% de los que han fracasado buscan otra actividad”.
Justificó la violencia contra las mujeres que abortan
Martínez, como recuerda el diario Público, fue el primer arzobispo que se sentó en el banquillo de los acusados por un delito de coacciones del que finalmente quedó absuelto. Durante estos años se ha convertido en noticia por sus beligerantes declaraciones sobre la ley del aborto, a la que comparó con el régimen de Hitler. En su opinión, esta ley justifica la violencia contra las mujeres argumentando que alguien que aborta da a los varones “la licencia absoluta, sin límites, de abusar” de su cuerpo.
Preservativos que propagan el sida
Entre su glosario de barbaridades también figura la peregrina teoría de que el uso de preservativos, lejos de detener los contagios del virus del sida en África, han propagado la enfermedad.
Endeudado hasta las cejas
Pese a dar recetas de cómo salir de la crisis, lo cierto es que desde que llegó a la Diócesis los gastos se han disparado y la deuda ha pasado de 1,2 a 28 millones de euros.
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