Las asociaciones Cáceres Laica y Europa Laica han exigido hoy al Gobierno extremeño y estatal que no subvencionen con dinero público aquellos centros educativos concertados que declaren tener una confesión religiosa, como es el caso de las escuelas católicas.
El presidente de Europa Laica, Francisco Delgado, ha declarado que “no se entiende” que las escuelas católicas concertadas reciban fondos públicos mientras “se está restando el dinero en servicios fundamentales para el profesorado y necesidades educativas especiales” de la pública.
Delgado, que ha ofrecido una rueda de prensa en compañía de la presidenta de la plataforma Cáceres Laica, Milagrosa Carretero, presentará esta tarde en la capital cacereña el libro “Aprender sin dogmas”.
El libro recopila las conclusiones de 13 sociólogos y filósofos acerca de “cómo debe ser la educación sin dogmas”, ha explicado.
Este documento cuenta con las aportaciones de expertos como Henri Peña-Ruiz, Fermín Rodríguez, María Ángeles Llorente y Loles Dolz, así como Francisco Delgado y Cristina Escribá, entre otros.
En su intervención, el presidente de Europa Laica ha exigido a las administraciones públicas que excluyan el “adoctrinamiento confesional” de las aulas y apuesten por la “neutralidad” y el laicismo.
Según ha dicho, el catolicismo en una confesión que pertenece al ámbito privado de las personas y que “nada tiene que ver con el conjunto de la ciudadanía”.
Por otro lado, ha explicado que su organización, de ámbito nacional, no desea limitar las ayudas a todas las escuelas concertadas o privadas en su conjunto sino a las que “tienen un ideario ideológico”.
En este sentido, ha mostrado su apoyo al funcionamiento de enseñanza privada laica de cooperativas de profesores y padres, que “funcionan muy bien”, ha dicho.
Ha aclarado, además, que el movimiento laico no defiende un estado ateo sino una sociedad en la que todas las convicciones religiosas tengan las mismas condiciones, sin que haya “privilegios” sobre el resto.
Por otro lado, ha destacado la necesidad de que la Ley Orgánica de Libertad Religiosa sea sustituida por una ley de libertad de conciencia, “que proteja, sin distinciones ni privilegios, todo tipo de creencias y convicciones, sean de naturaleza religiosa o de otro tipo”, ha concluido.
