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Las fiestas de la iglesia católica

La tragedia se cernió sobre una parte de la humanidad cuando Constantino dio al cristianismo la llave del poder al decretar su rango de religión de estado, desde ese momento los cristianos se dedicaron a erradicar el paganismo, a acabar con todos los dioses de los diversos pueblos que constituían el Impero Romano. Hasta esa fecha todos los dioses tenían cabida y no eran impuestos, la idea del dios único venida del judaísmo acabo con aquella convivencia. 

Los cristianos debían enterrar la ciencia, sólo la gente sin conocimientos era capaz de creer en las enormidades que los cristianos tenían como dogmas y acatarlos. Toda formación científica desapareció robándonos siglos de avances para la humanidad en todos los órdenes gracias al oscurantismo impuesto por las Iglesia.

Para acabar con los diferentes dioses que los pueblos del impero adoraban y sustituirlos por el suyo, uno aunque trino, todos los métodos fueron buenos, quema de libros, destrucción de templos, asesinatos de sabios y científicos de la época. Los filósofos antiguos fueron negados y sus obras condenadas al fuego eterno, el teatro fue declarado obra del diablo, los actores excomulgados, cuántas obras llamadas a la inmortalidad desaparecieron, nunca lo sabremos.

Aunque el cristianismo dominaba como religión oficial los antiguos dioses seguían siendo venerados por los pueblos, pues no bastaba con eliminar sus esfinges sino que había que sustituirlos en el corazón de las gentes.

Los mitos del cristianismo no son originales sino adaptados de otros éxitos de otras creencias:

En oriente uno de los principales dioses venerados eran los que morían y resucitaban, en Egipto fue Osiris, muchos otros tenían estas características, morían con la vegetación y renacían con ella, uno de los más extendidos fue Mitra, nace un 25 de diciembre, con el sol, resucita a los tres días, los tres días en que el astro esta inmóvil, aparentemente, claro, muchas más de las características de este dios venerado en todo el imperio fueron utilizadas para crear el dios de los cristianos. Jesús fue diseñado a partir de la figura de Juan de Gamala, rebelde al imperio romano al que combatió con los zelotes y acompañado se sus familiares, apóstoles Las ideas de la filosofía griega, frases y profecías de la Biblia, mitos del mundo antiguo, con todo eso se creo una fe en nombre de la cual siguen atormentándonos los hombres de negro.

Tenían un dios, pero no tenían diosa. El culto a la diosa de la fecundidad era uno de los más extendidos, la diosa tierra que da la vida y que recoge a los hombres en su seno al morir. El dios de los judíos no tenia una diosa como compañera, como todos los otros, así que se inventaron el culto a la madre de cristo, la virgen. Las mujeres que concebían de los dioses eran numerosas en aquellas mitologías antiguas, sin ser vírgenes, eso fue un invento y una manera más de represión de la mujer, les mostraban un ejemplo que no podían alcanzar: concebir y parir sin perder la preciosa virginidad es algo difícil.

Ya tenían imágenes divinas con las que sustituir los antiguos dioses, en los lugares de culto antiguos se levantaron catedrales, ermitas, iglesias, cuevas donde antes había ninfas ahora eran lugares de apariciones de vírgenes milagrosas. También necesitaron una retahíla de santos para sustituir a los mitos que antes se adoraban, San Cristóbal fue adorado en lugar de Hércules que por un momento sostuvo el mundo, el santo sostiene al niño dios, y así en cualquier sitio de devoción actual se pueden encontrar rastros de antiguas religiones.

Así se llega a las numerosas fiestas religiosas que se extienden por todo el mundo cristiano. Estas son incontables y sirven para atizar la superstición y el fanatismo de las gentes educadas en las mentiras de la Iglesia. En la enseñanza religiosa el tema de los santos, santas, mártires y milagros es fundamental, las gentes deben vivir en un mundo mágico en el que todo es posible si tienen su santo o ángel particular, ésto es lo que se enseña a nuestros hijos aún hoy en día.

Las fiestas principales llevan a unos excesos increíbles en países que se dicen civilizados, recordemos como en la Semana Santa desfila gente con cruces, dándose latigazos, cubiertos con siniestros capirotes y que a veces acaban en tragedias sangrientas por la enemistad entre cofradías. También finalizan en borracheras, bailes y actos no muy católicos. En los países que tuvieron la mala suerte de haber sido evangelizados por los embajadores de dios, la superstición lleva a verdaderos actos de barbarie, hombres y mujeres crucificados emulando a su ídolo y azotándose hasta cubrirse de sangre.

Todos los cultos tienen también un fin político, el de perpetuar el dominio de la Iglesia y de los poderes más reaccionarios y fascistas que la sostienen, el culto de Maria sirvió al fascismo con su ejemplo de mujer sumisa a las órdenes de un dios masculino, de un duce.

El culto a Cristo Rey y al Sagrado Corazón se desarrolla al mismo tiempo que el fascismo fanatiza a las bandas de falangistas, que cometen horribles crímenes en su nombre. Estos cultos fueron obligatorios durante la dictadura franquista, en cada casa debía entronizarse el sagrado corazón y un cura venía a bendecirlo, era una manera más de ejercer un control sobre las familias.

La Macarena, el Rocío, cualquier excusa es buena para adorar a unas figuras inventadas. Quién no ha visto imágenes con escenas de gritos de histeria ante el desfile de algún santo o santa, cantos entre lágrimas de fervor,  niños pasándose de mano en manos de masas en trance para tocar pedazos de madera sin tener en cuenta su seguridad, avalanchas humanas, insultos a los que no creen en sus ídolos. Por algunas fiestas en honor del santo de turno desfilan los trajes típicos en actos de folklore regionalista y rancio alejados de los valores culturales e identitarios, toreros, figuras de la televisión y de la basura rosa, que se divierten y se hacen publicidad a costa de estos eventos convertidos en negocios para muchos. Ventas de recuerdos religiosos, bares improvisados y puestos de comida, alquileres de viviendas, balcones y grandes donativos para la Iglesia. Algunas de estas fiestas religiosas asemejan más un botellón que un acto de exaltación de una figura santa.

Santiago, Lourdes, Fátima, el Rocío, centros de peregrinaje y negocio organizados que reciben miles y miles de peregrinos cada año. Lugares donde se vende la esperanza del milagro que nos empuja a dejar en manos de la fe nuestro futuro.

En los tiempos criminales del fascismo la creencia en imágenes de madera y piedra llevaron a la muerte a muchos republicanos, que no querían seguir este camino irracional y que tenían en el estado laico uno de los pilares de su proyecto. Los curas lanzaron desde sus púlpitos  consignas reaccionarias de propaganda fascista e hicieron tragar a la gente en nombre de unos seres mágicos que nunca existieron la represión franquista.

El turismo papal tiene una función propagandista en el termino más totalitario. Fanatizar, adoctrinar, ensalzar lo irracional e insultar a laicos y ateos con sus discursos, oponerse a la ciencia y a la conquista de derechos sociales para poder ejercer su control sobre los creyentes o incautos a los que quieren ignorantes. Sus últimos anatemas sobre las células madre son un claro ejemplo de ese mundo oscuro en el que quieren sumirnos.

No queremos que se celebre una fiesta en honor del Papa, a su mayor gloria, pagada por todos nosotros en contra de nuestra voluntad.

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