También se ha puesto en marcha una recogida de firmas. La campaña ha dado comienzo antes de lo previsto ante lo que entienden como “injerencias” de la iglesia católica en la vida política española, y más en concreto, en debates como “la educación en contra de la asignatura Educación para la Ciudadnía, la sexualidad o la familia”, informó ayer Manuel Navarro, el portavoz de la campaña. Aunque la campaña no sólo alude a la religión católica, sino también al Islam u otras creencias, es la Iglesia la que más aviva el debate de Granada Laica tras la entrada en campaña de la Conferencia Episcopal orientando el voto de sus feligreses. La campaña de Granada Laica pretende hacer llegar “a los ciudadanos y las administraciones la necesidad de apostar por un mayor laicismo y conciencia individual”, dijo Navarro. De hecho, este colectivo piensa que los esfuerzos de este Gobierno han ido más hacia un “multiconfesionalismo” en la defensa de las distintas creencias que en aras de la desaparición de la religión de la vida pública. La campaña está apoyada por Izquierda unida, Comisiones Obreras y el Sindicato de Estudiantes, entre otras organizaciones.
Además de la autofinanciación de la Iglesia y la derogación de los acuerdos Estado-Vaticano, Granada Laica pide la exclusión de la religión en las escuelas y una ley de libertad de conciencia que tenga rango orgánico.