Todos los alumnos andaluces matriculados en el tercer nivel de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) cursarán a partir de septiembre una nueva y polémica asignatura: Educación para la Ciudadanía.
Los jóvenes andaluces de quince años serán, junto a los de Cataluña, Cantabria, Asturias y Navarra, los primeros en asistir a clase de esta materia, ya que el resto de estudiantes del país tendrán que esperar al menos al curso 2008-09 para cursar la asignatura obligatoria, tanto en la ESO como en la Educación Primaria.
La Ley Orgánica de Educación (LOE), que entró en vigor el pasado año, dejó al arbitrio de las comunidades autónomas la decisión de ubicar esta materia, de carácter obligatorio, en primero, segundo o tercero de ESO. La Administración educativa andaluza optó por encuadrarla en el último nivel y, recientemente, el Ministerio que encabeza Mercedes Cabrera resolvió que en 2007-08 Educación para la Ciudadanía sólo se cursaría en aquellas regiones que la hubiesen fijado en tercero de ESO, dejando a las que se decantaron por primero y segundo para más adelante. Los alumnos de quinto y sexto de Primaria (11 y 12 años) también tendrán que esperar como mínimo hasta 2009-10 para asistir a clase de una asignatura que en este nivel se denomina Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos.
Educación para la Ciudadanía es una materia evaluable, cuya nota contará a la hora de determinar si un alumno pasa de curso o no (una de las novedades de la LOE para 2007-08 es la que establece que los alumnos puedan promocionar de curso "excepcionalmente" hasta con tres suspensos). Será impartida durante una hora a la semana, en principio por los profesores de Filosofía o Ciencias Sociales, aunque serán los propios centros los que fijen quién se encargará de ella según su disponibilidad de docentes y horarios.
El Ministerio ha diseñado un mapa de los contenidos de una materia sobre la que han vertido duras críticas sectores católicos de la sociedad, aunque serán las comunidades las encargadas de darles una forma definitiva. Entre las materias a tratar se encuentran nociones de sexualidad; valoración crítica de la división social y sexual del trabajo; participación en la escuela; derechos humanos; respeto a las opciones laicas y religiosas de los ciudadanos; funcionamiento de los regímenes democráticos ; el cuidado del medio ambiente y la circulación vial.
