Las demandas, en las que también se acusa a otras organizaciones católicas de California, se suman a otras presentadas contra algunas diócesis de la región, como San Diego, Santa Bárbara o San Bernardino, para centralizar las negociaciones sobre las indemnizaciones, precisó el abogado, sin dar detalles sobre las sumas reclamadas.
El arzobispado de Los Ángeles toma dichas denuncias “muy seriamente”, dijo su portavoz, Tom Tamberg. Ya se han establecido “procedimientos para proteger a los niños y garantizar que los agresores sean retirados de forma permanente del ministerio”, dijo. “Nuestro objetivo es llegar a una solución justa y equitativa, antes de trabajar en la cura de las víctimas”, añadió.
Una de las demandas señala a Michael Baker, quien desde el año 2000 ya no es sacerdote, como agresor de al menos siete monaguillos desde 1974.
Las víctimas acusan al arzobispado de haber intentado encubrir a Baker, contentándose con trasladarlo de una parroquia a otra. La segunda demanda, presentada por 16 hombres, acusa a otros 16 clérigos de la región, dos de los cuales ya fueron condenados por pedofilia.